
Por desgracia otras cosas no han cambiado en medio milenio. La boda real inglesa tendrá un coste irreal de 34 millones de euros (menos mal que estamos en crisis y han escatimado en gastos).
800.000 dólares en decorar la capilla
(¿trajeron las flores de marte?)
60.000 dólares champagne Bollinger
(el cava es más barato y más rico)
11.000 dólares anillo de oro de la novia
(¡¡Como será de gordo!!!)
434.000 dólares vestido de la novia (imagino que vendrá con GPS al menos)
Y un largo etc de gastos desproporcionados. Mientras la gente lo está pasando mal y no llega a final de mes, pero siguen pagando sus impuestos. Impuestos que han pagado gran parte de esta irónica boda y por la que no tienen derecho siquiera a unas simples aceitunas, solamente a ver una carroza y a un saludo estúpido.
La gente ya habrá olvidado cuando la Reina de Inglaterra quiso pagar la calefacción del Palacio de Buckingham con fondos reservados para pobres.
Tenemos que cambiar muchas cosas aún. A ver cuando empezamos.
La foto es de un atardecer en Escocia.
Os dejo, que llego tarde para realizar el reportaje de una boda. :)