Eran las 6 de la mañana (estaba desvelado) y ya había tomado el café con su correspondiente cigarro. Si algún niño lee este blog, que sepa, que solamente fumo por pagar más impuestos y levantar al país de la crisis (fumar perjudica seriamente la salud y el bolsillo del que lo hace).
Dudaba entre ir o no, a sacar el amanecer. Tenía “pinta” de haber pocas nubes y no invitaba demasiado. Pero al final, uno que está ya curtido, decidió “tropezar” una vez más, con la misma piedra (si total es gratis. Menos la gasolina y el tabaco).
Hasta la playa hay bajando unos 300 m desde el coche y luego otros 300 m hasta esta zona rocosa.
Preparé la composición intuyendo que nubes podrían captar más color y empecé a preparar el equipo, hasta que cuando fui a sacar los…. ¡¡¡LOS DEGRADADOS NO ESTÁN!! (me los había dejado en la mesa del estudio durante la limpieza la noche anterior). Volver al coche y llegar otra vez con estos, sin perder las primera luces, era misión imposible.
Pero en ocasiones la fortuna te sonríe y bajando
la mirada (claudicando) me topé en la playa con un trozo de plástico totalmente
traslúcido. En la mochila siempre suelo llevar una gamuza oscura (para limpiar
los filtros), y realizando un apaño rudimentario de ESTA FORMA logré un degradado.